A diferencia de la mayoría de las profesiones, en la fotografía no existe un camino común para llegar a tener éxito. Sin embargo, la mayoría de los profesionales comienzan como suplentes. Esto involucra trabajar medio tiempo para un estudio o para un fotógrafo experimentado.

Algunos fotógrafos profesionales comienzan solos desde el principio ya sea leyendo literatura instructiva o atendiendo a escuelas, seminarios, y talleres de fotografía. La práctica es invaluable, y muchos acostumbran a hacer sus pinitos con familiares y amigos para obtener entrenamiento.

El hecho de que puedas desarrollar tu profesión como fotógrafo mientras recibes un salario de tiempo completo mientras trabajas en un empleo distinto tiene sus pros y sus contras. En el lado positivo, la inversión inicial para comenzar una profesión de fotógrafo de medio tiempo es muy poca. Las muestras de tu trabajo y el equipo fotográfico son solo gastos capitales esenciales o inversiones iniciales.

El mínimo de equipo que requieres es una cámara, uno o dos lentes, y un flash. En las manos de un fotógrafo talentoso, el más mínimo equipo puede producir imágenes increíbles. Sin embargo, ten en cuenta que tus clientes pueden llegar a percibir algo menos de profesionalismo si estás retratando una boda con un equipo mucho menos sofisticado que el que lleva el tío Juan. Y mientras tu público no esté familiarizado con la calidad de tu trabajo, la primera impresión contará mucho.

Por otro lado, operar un negocio fotográfico como trabajo alterno también tiene su lado negativo. En primer lugar está el tiempo. Los profesionistas tienen que invertir una cantidad considerable de su tiempo a ambos trabajos, y esto puede llegar a ejercer una inevitable presión mientras se consume el tiempo que se le dedica a la familia y a la vida social de la pareja, sobre todo en este último caso si te especializas en la fotografía de eventos sociales, puesto que estos usualmente ocurren los fines de semana, que es cuando la vida social y los viajes se facilitan para el resto de los profesionistas.

Este estrés se reduce considerablemente si tu pareja está directamente involucrada en el nuevo proyecto de negocio. Pero todavía hay otros elementos que pueden causar estrés, como el tratar de mantener la lealtad de tu atención y pensamientos durante el tiempo dedicado a cada uno de tus trabajos, es decir, puede llegar a ser complicado mantener tu mente en tu empleo sin pensar en los problemas de tu profesión fotográfica, y viceversa.

Pero el problema más serio asociado con operar un negocio fotográfico de medio tiempo es la tendencia a tratarlo como un “extra” en vez de como un negocio real y serio que se apega a los principios de la buena administración. Mientras el negocio esté redituando algo de dinero, algunos profesionistas están satisfechos, y esto puede llegar a tener consecuencias desgastantes si el fotógrafo de medio tiempo decide dejar su empleo de diario y dedicarse de lleno a la profesión fotográfica. En ese momento, el negocio debe sostenerse por sí mismo, y los malos hábitos desarrollados cuando la empresa no era más que un pasatiempo redituable pueden llegar a limitar el sano crecimiento de tu negocio.